La inducción electromagnética es el fenómeno que origina la producción de una fuerza electromotriz (f.e.m. o tensión) en un medio o cuerpo expuesto a un campo magnético variable, o bien en un medio móvil respecto a un campo magnético estático no uniforme. Es así que, cuando dicho cuerpo es un conductor, se produce una corriente inducida. Este fenómeno fue descubierto por Michael Faraday en 1831, quien lo expresó indicando que la magnitud de la tensión inducida es proporcional a la variación del flujo magnético (Ley de Faraday).
Por otra parte, Heinrich Lenz comprobó que la corriente debida a la f.e.m. inducida se opone al cambio de flujo magnético, de forma tal que la corriente tiende a mantener el flujo. Esto es válido tanto para el caso en que la intensidad del flujo varíe, o que el cuerpo conductor se mueva respecto de él.
La inducción electromagnética
es la producción de
corrientes eléctricas por campos magnéticos variables con
el tiempo.
El descubrimiento por Faraday y Henry de este fenómeno introdujo una cierta
simetría en el mundo del electromagnetismo.
Maxwell consiguió reunir en una sola teoría los
conocimientos básicos sobre la electricidad y
el magnetismo.
Su teoría electromagnética predijo, antes de ser observadas experimentalmente,
la existencia de ondas electromagnéticas.
Hertz comprobó su existencia e inició para la humanidad la era de las telecomunicaciones.
El descubrimiento, debido a
Oersted, de que una corriente eléctrica produce un campo magnético estimuló la
imaginación de los físicos de la época y multiplicó el número de experimentos en
busca de relaciones nuevas entre la electricidad y el magnetismo. En ese ambiente científico
pronto surgiría la idea inversa de producir corrientes eléctricas mediante
campos magnéticos. Algunos físicos famosos y otros menos conocidos estuvieron
cerca de demostrar experimentalmente que también la naturaleza apostaba
por tan atractiva idea. Pero fue Faraday el primero en precisar en qué
condiciones podía ser observado semejante fenómeno. A las corrientes eléctricas
producidas mediante campos magnéticos Faraday las llamó corrientes
inducidas. Desde entonces al fenómeno consistente en generar campos
eléctricos a partir de campos magnéticos variables se denomina inducción
electromagnética.
La inducción
electromagnética constituye una pieza destacada en ese sistema de
relaciones mutuas entre electricidad y magnetismo que se conoce con el nombre
de electromagnetismo. Pero, además, se han desarrollado un sin número
de aplicaciones prácticas de este fenómeno físico. El transformador que se
emplea para conectar una calculadora a la red, la dinamo de una
bicicleta o el alternador de una gran central hidroeléctrica son sólo algunos
ejemplos que muestran la deuda que la sociedad actual
tiene contraída con ese modesto encuadernador convertido, más tarde, en físico
experimental que fue Michael Faraday.
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